Cama inmensa
Seca y hostil como un desierto
Desalmada, se niega a entregarme descanso
Nado sedienta, busco sueños rasguñando la almohada
Lo único que me ofrece es el eco de una silueta que abandona…
El Sobresalto y el temor
De encontrarme con ella
Y de contemplar lejana, como se empequeñece su figura
Escondida como un niño contando sus huellas
Y de hallar en la ruta del abandono los restos de las raíces que tendí sobre su espalda, sobre su pecho, su alma
Raíces que tejí sobre estas sabanas,
Que ayer se tendían bajo mi cuerpo pleno, mi alma satisfecha, tibias radiantes de paz
Hoy son una masa de nudos, que se extienden infinitamente
Arrullando con indiferencia mi dolor
No son más que un puñado de pliegues donde se dibujan y se pierden figuras
Donde se encuentran y desarman caminos
Pliegues que se rehúsan a abandonar la forma de uno que se fue.
Mas de tus pies sólidos, de tu semblante sereno y mi esencia versátil
El tiempo gozó el espectáculo de una danza sin sentido,
Que no seria puerto ni cuna
Ni marea furiosa, ni calmo manantial
Sino una ola que juega a borrar las pisadas de las gaviotas en la orilla
Que viene vigorosa se debilita y huye nuevamente...
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